Pecados en tu rutina de skincare

Suele suceder que cuando hablamos sobre skincare, se piensa que estamos enfocándonos en algo sin importancia, o algo que solo se refiere a la imagen. No tomamos en cuenta que el skincare es el cuidado de la piel, el órgano más grande del cuerpo, y que como órgano, también es algo que puede pasar por enfermedades, condiciones adversas o sufrir estados transitorios especialmente tras haber sido expuesto a situaciones poco favorables.

Existen algunas cosas que deberíamos tratar de evitar, por la salud y bienestar de nuestra piel…si bien la mayoría de ellas no son algo grave si te olvidas una vez, si las haces costumbre, ya pasan a ser “pecados” del skincare.

Veamos cuáles son!

1.- Comprar productos virales sin investigar si son para tu piel

¡Y no solo comprarlos, aplicarlos!. Creo que más de alguna vez te pasó, que viste “el producto viral” en tiktok, te rendiste ante la piel bonita de las personas y creíste que ese producto haría por tí lo mismo. Pero, ¿viste si es un producto para tu piel? ¿las promesas de la marca indican que ayudan con lo que quieres mejorar?. 

Es especialmente importante cuando compras un producto detallado como para piel seca y tu piel es grasa y ya tienes problemas de exceso de lípidos, o si tu piel es seca y compras productos para acné con efecto demasiado astringente y deshidratante.

Recuerda que el mejor producto es el que le sirve a tu piel y el que la hace sentir y ver mejor.

2.- Usar los productos nuevos sin test de parche 👀

Recuerda que la piel es un órgano protector, y por ese motivo, su labor N°1 es no permitirle la entrada a sustancias extrañas. Y lamentablemente para nosotros, los cosméticos y todo lo que nos aplicamos en la piel, son extraños. Por lo tanto, es muy importante que antes de usar tus nuevos productos directamente en tu rostro, puedas hacer el test de parche. Esa simple acción te salvará de experimentar dermatitis de contacto o algún tipo de irritación por alergia o incompatibilidad.

¿Cómo hacerlo? aquí te lo contamos → Test de Parche: lo que necesitas saber

3.- No seguir una rutina constante 😱

La piel necesita tiempo para adaptarse a la introducción de un nuevo producto y comenzar a ver los beneficios que ese producto puede darle.

Cambiar de productos constantemente sin darle tiempo a los resultados puede estresar la piel y no permitir que los productos hagan efecto. Una rutina constante y adecuada puede ayudar a mantener la salud de la piel y mejorar problemas específicos con el tiempo.

Además, cambiar de productos tan seguido, es una pérdida grande para tu economía, pues gastas y gastas sin siquiera saber si ese producto hizo algo por tí y si merece ir a tu canasto de recompra.

4.- Poner recetas caseras en tu piel

Repite con nosotrxs “la comida va a la boca, no a la piel”. Por más que sepamos que los alimentos realmente benefician a nuestro cuerpo, nuestra piel es diferente. ¿Recuerdas cuando te mencioné sobre su labor protectora? pues tanto frutas, miel, huevos y otros alimentos, no son bien tolerados por la piel, y eso no es porque sean dañinos, sino porque en su estado natural, contienen sustancias que provocan reacciones alérgicas o también existe una cantidad no menor de bacterias o microorganismos que podrían causar problemas a la piel. Además, el pH de algunas frutas es demasiado ácido para lo que nuestra piel tolera, y podría causar quemaduras químicas.

Si prefieres lo natural, te recomendamos siempre elegir cosmética con base botánica: sus ingredientes ya fueron purificados y los posibles alérgenos e irritantes ya fueron extraídos para que no afecten a tu piel.

5.- Guardar tus productos en sitios no adecuados

Seguramente has escuchado mucho sobre no dejar los cosméticos en el baño, pero siento que hay que ser más precisos: no dejes tus cosméticos en sitios donde la temperatura y condiciones, puedan alterar su formulación y estabilidad.

No todos los baños son húmedos, así que si tu baño no está expuesto a situaciones de humedad, cambios de temperatura o mucha luz, perfectamente puedes almacenar los productos allí. 

Hay ciertas condiciones que el sitio de almacenamiento debe cumplir para que nuestros cosméticos no caduquen antes de lo debido:

Los cosméticos al ser elaborados pasan por test de calidad y de simulación en cierto rango de temperaturas, por lo que no te preocupes por la variación si no es algo tan extremo. Por ese mismo motivo es que no recomendamos que almacenes tus productos en refrigeradores o neveras, ya que sin saberlo, podrías estar contribuyendo al deterioro de la formulación de tu serum o crema favorita, ya que temperaturas muy bajas, podrían separar las fases de una emulsión, dejándola inutilizable.

La misma recomendación te dejamos si tiendes a olvidar productos cerca de las ventanas o en tu auto: la luz directa daña las formulaciones, haciendo que “se corten” y con ello, dejando inutilizables tus productos. Se ve bonito, pero ¿a qué costo?.

6.- Ignorar tu cuello y escote

El cuello y el escote son áreas que también están expuestas a las agresiones del día a día y pueden mostrar signos de envejecimiento temprano. Es importante que cada vez que haces tu rutina, puedas extender un poquito los productos que te aplicas para que puedan proteger y cuidar tu rutina de cuidado de la piel a estas áreas, incluyendo la limpieza, hidratación y protección solar, además de agregar algunos activos, especialmente si tu piel comienza a perder firmeza.

En esta ocasión no quisimos hablar de no usar protector, apretar tus granitos o irte a dormir con maquillaje, porque esos ya son pecados capitales 🤐.

Cuéntanos, ¿qué otros pecados sumarías a la lista?